"4, 8, 15, 16, 23, 42 ... Dijo el sabio: la vida es un tablero de ajedrez. De noches y días, donde Dios, con hombres como piezas juega. Mueve aquí, y allí. Da jaque mate, y mata. Y pieza por pieza, vuelve a ponerlos en la caja. Pues hay un destino para la pieza, para el jugador, y para Dios".







17.5.10

LOST 6*14: “El Candidato”.

Puuuuuuuf!!!!! Es lo primero que pude articular tras ver uno de los mejores episodios, no ya de esta última temporada, sino de LOST. Repleto de momentazos! Joder! Qué bueno! Al lío…. El título, como hemos podido comprobar, juega con Jack como “candidato” a ser sucesor del rubio pacifista en la Isla, y con Locke, como candidato a una intervención novedosa de columna.

- Realidad “X”: empieza el episodio con el careto de Jack sobre Locke que balbucea “pulsa el botón, …”, y diciéndole al abrir los ojitos, que es un “candidato” a ser conejito de laboratorio para una nueva y maravillosa intervención de columna. Ante la sorpresa del médico (sigue sin estar acostumbrado a que la gente le diga “cansino”), Locke se niega en redondo a ser operado, lo que despierta ese ansia de no dejar a nadie vivir en paz que tiene el querido “doctorsito”.

En éstas que llega Claire, su hermanastra, con una bonita caja de música que le ha dejado en testamento el “agarrao” de su padre, Christian. Se la enseña a Jack, y ambos, reflejados en el espejito de la caja, ponen la misma cara de “ni muerto puede ser serio este tío”. La escena termina con el ofrecimiento de Jack a su “nueva hermana” de que se quede en casa con su nueva familia. Guiño: momento reflejo (típico en toda la temporada) y canción de cuna repetida en la familia Shepard.

Como Jack no se queda contento con la rotundidad de Locke, va a ver a Bernard que, casualmente, era el dentista del calvo. Éste, tras una ligera conversación en que ambos se quedan algo extrañados de tanta casualidad con el 815 de Oceanic, le da un nombre: Anthony Cooper, el gran estafador. Y allí que va el buen doctor a pedirle explicaciones a “Coop” de por qué no quiere su nuevo ratoncito operarse, encontrándose con Helen, y viendo la cruda realidad: el padre de Locke, en esta realidad, ha pagado todos sus pecados y es un auténtico vegetal en silla de ruedas.

Esta realidad finaliza con uno de los (para mi) momentazos del episodio: la conversación que mantienen Locke y Jack en el pasillo del hospital me parece increíblemente contundente y cargada de emoción. Todo gira al accidente aéreo que hizo que Locke esté en silla de ruedas, y su padre catatónico, pero la intensidad es auténticamente bestial. ¿Y el final de la conversación? Jack.- “ Ojalá me creyeras John” … a lo que Locke se queda algo cariacontecido … por? Por ser precisamente esa frase la que escribió en su carta de suicidio. Carta que más tarde, Eloise Hawking, le entrega a Jack en la estación “El Faro”, justo antes de embarcarse en el Ajira.

Cerrar esta realidad con una pregunta … Hasta ahora, los “Losties”, han empezado a recordar su otra realidad cuando han estado cerca de la muerte, o junto a su amor verdadero (farolero!) … Sin embargo, Locke, parece recordar mientras que se cura de sus heridas, y encima, lo hace en sueños … ¿Habrá despertado su conciencia el médico con esa frasecita? Desde luego, lo parece.

- Realidad “Humo”: y aquí, como era de esperar, han empezado ya en serio las “ostiacas”, hablando en plata. Comenzamos con Jack despertándose en una canoa ante un graciosillo Said, interrumpiendo la conversación AntiJacobo cuando ve que Jack no está muy colaborador. Éste, amenaza al Candidato con matarlos a todos en el acto si no colabora para convencerlos a salir todos juntitos de la Isla.

Todos sabemos ya que eso es imposible. Las reglas son las reglas, y AntiJacobo no puede matar directamente a ninguno de ellos (candidatos). Pero claro, Jack, en ese momento, “aprieta el culito” y se va con él.

Mientras tanto, Sawyer, Katy, el señor Hugo, los coreanos y el insoportable Lapidus, son encerrados en las jaulas con galletitas de los osos polares Dharma, no sin antes, desvelarnos el “amigo Widmore” que Katy ni pincha ni corta (lo que le es ratificado por James una vez enjaulados, contándole que en la cueva su nombre estaba tachado). En éstas, que empieza a escucharse la banda sonora del Humo, apareciendo en escena, y limpiándose a todos los vigilantes.

Así, Jack, libera a los “Losties” y les pide que le sigan hasta el avión de Ajira, donde ya había llegado AntiJacobo, descubriendo el C4 que había puesto Widmore (o eso dice), y preparando una bombita con el “Casio” que le quita a un muerto. Es aquí donde, nuevamente, se marca su discursito sobre Widmore y su único deseo de matarlos a todos, convenciéndoles de que, ahora, el único modo de salir de la Isla, es cogiendo el submarino. Y allá que van.

Como dice James, “entran a saco”, pero los coleguitas incapaces de Widmore les sorprenden y hay un intercambio absurdo de disparos. Jack empuja al agua a AntiJacobo tal y como le pidió Sawyer, no sin antes “escupirle” que fue precisamente Locke quien le pidió que no abandonara la Isla. ¿El motivo de que Sawyer le pidiera que lo empujara al agua? Ni idea. ¿Sabe Sawyer que, mojadito, el calvo, no puede tomar la forma de Humo? (eso, si pensáis que son lo mismo, porque yo sigo teniendo mis dudas, aunque parezca de locos!)

Así, todo termina con los “Losties” metidos en el batiscafo, y Claire, una vez más, abandonada por ellos. Pobreta! ¿Cuándo se convencerá de que no quieren a una “sucia” a su lado? Tal vez AntiJacobo siga necesitándola para llegar a Aaron. En ese momento es cuando descubrimos la verdadera intención de AntiJacobo: no destruir el avión (si no, no tiene sentido que quitara las cargas de C4) y meterlos a todos en el submarino para petarlos. Con Katy sangrando, Jack, pide su mochila “pochola” para curarla, pero se da cuenta de que su amiguito calvito, se la ha jugado, y en un juego de manos que ni el mismísimo Tamariz, le ha endosado todo el C4 conectado al Casio a puntito de volar. Empieza el pánico, y a pesar de que Lapidus le dice al capitán que empiece a subir, no hay tiempo.

Jack estaba convencido de que no pasaría nada, que no pueden suicidarse, y que solo matándose unos a otros, conseguiría AntiJacobo su cometido. Pero Sawyer, no lo cree. Podéis visitar http://lostph.blogspot.com/2010/05/perdidos-6x14-curiosidades.html o la versión “calcadita” en www.locosperdidos.com para teorías sobre si la manipulación de la bomba se puede considerar suicidio, no, etc … Yo, no pierdo más tiempo en eso. Para mi, simplemente, cuando la Isla ha terminado contigo, termina. Sea suicidio, o aplastamiento de un paquidermo.

Sawyer no hace ni puto caso de las “tontás” de Jack sobre el destino, lo que va a pasar, y sobre que, realmente, eso es lo que quería AntiJacobo, y le pega un tirón a los cables de la bomba, lo que hace que se acelere la cuenta atrás, con lo que, Said, en un arranque de heroísmo, y de arrepentimiento supino, sale corriendo como un cervatillo hasta que vuela por los aires, abriendo un buen socavón en el casco del batiscafo, no sin antes decirle a Jack donde encontrar a Desmond, “el arma secreta de todo esto”.

Estalla el pánico, y mientras que Hugo sale con Kate, la pobre Sun se ha quedado atrapada entre un amasijo de hierros. Momentazo que recuerda la muerte de Charlie. Pobres cudeiros: tres años y pico esperando para encontrarse, y mira. Sigo emocionado de la escena, vaya! ¿Sería entonces el candidato/a, la hija de ambos? Tras este auténtico subidón de emociones, otro momentazo: la muerte de Lapidus. ¡Al fin Jacobo ha escuchado mis plegarias y se han cargado a este tipejo! (por favor, por favor, que no esté vivo!!!!).

En la playa, con Hugo sujetando a Kate, y Jack a James, hala! Otra inyección de emociones. Momentazo, insisto! Hugo ,Kate y Jack, llorando….. puuuuuuuuuf!!!! A todo esto, ¿Qué coño estarán haciendo Ricardo, Miles y Benjamín? ¿Habrán abierto la “Ostra Azul de Jacobo”?

Todo termina con la frase lapidaria de AntiJacobo: “no todos están muertos … y voy a terminar lo que he empezado”. Ojo! Que se avecinan más “ostiacas”.

Y ahora, hay que volver a mirar la lista de candidatos (aunque a simple vista, sea evidente): quedan el 8, el 15, y el 23. Recordad una de las teorías iniciales: el vuelo 815 de Oceanic, y el 23, el número de asiento del Candidato. Como no tengo ganas de “emparanoiarme” matemáticamente hablando, dejo a los súbditos de Faraday, el seguir minando su riego con esto. A mi, ya, a estas alturas, me da igual. Me sigue pareciendo la mejor serie de la historia! Y creo que el “misterio números” está ya más que agotado.

Continuará en LOST 6*15, “A través del mar” … Menudo episodio se prevee: la verdad sobre Jacobo y su Anti.

Pd.- ¿Es el agua repelente de ceniza?
Pd.2.- por cierto, he comprobado demasiado “plagio-paralelismo” en distintas webs que visito. Allá cada cual con sus remordimientos. Y, ojo! No lo digo

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