Algo se perdió en el cambio … ya lo intuí hace unos meses cuando fui con la gente de mi trabajo. Algo había cambiado (además de los elementos decorativos. Véase, ahora, hay “carta”). Si antes era el típico mini-mesón donde, al menos yo, siempre he comido genial y con una relación calidad-precio-trato bastante aceptable para los tiempos que corren, ahora, no es que la calidad de la comida haya bajado estrepitosamente, pero sí la concentración en esos “pequeños” detalles que separan lo bueno, de lo pasable.
"Esto es una Z mierdosa" .... palabra de un Filósofo ... ;)
Empezamos pidiendo una tapita de pulpo mientras que esperábamos. Lástima no haberle hecho la foto. ¡¡Ni en las latas de “Miau”, te encuentras trozos tan pequeños!! Poner en Murcia semejante tapa de pulpo es para empezar a calentar tus músculos “chicoteros”. Seguimos con unos mejillones al vapor que se habían pasado de cocción hacía, al menos, 5 minutos. A continuación, eso sí, nos comimos unos calamares “a la andaluza” que realmente estaban buenos y tiernos. Para finalizar, un plato de patatas a lo pobre y secreto ibérico que, desde luego, nos mejoró el recuerdo con creces. Las patatas estaban en su punto de vinagre, ajo y frito. ¡Buenísimas! Y el secreto, tierno, tierno … Con este gran sabor en el paladar, pedimos de postre el típico “mix” de tartas que tampoco nos defraudó. Muy buenas, exceptuando que, una de ellas era la “Contesa” de toda la vida (muy simple) y que, otra, era un pan de calatrava industrial, pero rico, las cosas como son. Al final, "in crescendo".
Lo peor de lo peor llegó con la mini sobremesa … ¿Cómo se pueden servir vasos de chupito … de plástico? ¡¡Comprados en el “chino”!! ¡¡LO PEOR!! Esto me dejó helado y con ganas de “chicoting”, pero, en líneas generales, el servicio también fue aceptable y el rato, fue bueno. Así que, desistimos de practicar el deporte de moda.
??????? .... ?????? .... CUTRES!!!
Conclusión … volveré seguro. Hace años que voy al que mucha gente llama “La Cooperativa”. Y así seguiré, hasta que, esos pequeños malos detalles se conviertan en continuos y no descuidos.
La nota de color de la jornada, sin dudarlo, la dió el propietario de este "vehículo" ... la grifería que lo presidía, toda una declaración de intenciones :)